¿Qué son los fármacos agonistas y antagonistas colinérgicos?

 Fármacos Agonistas y Antagonistas Colinérgicos

¿Qué son los agonistas colinérgicos?

Se trata de fármacos que estimulan los receptores colinérgicos muscarínicos y en menor medida los nicotínicos, imitando las acciones del SNP, por ello reciben en conjunto el nombre de parasimpaticomiméticos.

La farmacología del sistema parasimpático se centra en la acción de la acetilcolina (ACh). Dado que la ACh tiene muchas funciones fisiológicas importantes, las aplicaciones terapéuticas de estos fármacos se ven dificultadas por la ubicuidad y complejidad de las vías colinérgicas lo que en muchas ocasiones imposibilita obtener un efecto farmacológico específico sin inducir efectos adversos.

¿Para qué enfermedades o patologías se utilizan?

Se utilizan varios fármacos de este grupo para lograr acciones en el corazón, los ojos, los pulmones, el aparato genitourinario, el tubo digestivo, la unión neuromuscular e incluso en el sistema nervioso central.

Hay dos clases principales de fármacos parasimpaticomiméticos, los agonistas directos de los recetores muscarínicos y nicotínicos y los agonistas indirectos o inhibidores de la ACE.

Los agonistas muscarínicos directos se emplean en el diagnóstico del asma y para producir contracción pupilar mientras que los nicotínicos se emplean como bloqueantes neuromusculares (ver apartado de anestesia).

Los inhibidores de la ACE, aumentan la concentración de ACh al impedir su degradación y por lo tanto pueden activar tanto receptores muscarínicos como nicotínicos, por ello tienen varias utilidades clínicas entre las que destacan:

·       Aumentar la transmisión en la placa motora.

·       Incrementar el tono parasimpático y aumentar la actividad colinérgica a nivel central.

Son de especial utilidad en enfermedades de la unión neuromuscular que causan debilidad muscular como en la miastenia grave y para revertir el efecto producido por los fármacos bloqueantes neuromusculares. Sin embargo, dado que los inhibidores de la ACE a dosis altas pueden producir un bloqueo despolarizante es vital determinar la causa de la debilidad muscular antes de tratarla, con ese fin se utiliza el edrofonio ya que tiene una semivida breve. Si tras su administración mejora la debilidad muscular se pueden emplear fármacos de acción más duradera como piridostigmina, neostigmina o ambenomio para tratar la debilidad muscular ya que está estará causada por una falta de ACh; por el contrario, si tras administrar el edrofonio la debilidad empeora aún más habrá que sospechar que está causada por un bloqueo despolarizante y en consecuencia no deben utilizarse estos fármacos.

¿Qué son los anticolinérgicos?

Los anticolinérgicos son fármacos que bloquean la acción de la acetilcolina, un neurotransmisor o mensajero químico que transfiere señales entre ciertas células para afectar al funcionamiento de su cuerpo.

Los anticolinérgicos son fármacos que bloquean la acción de la acetilcolina. Son múltiples los estudios que han encontrado que la carga anticolinérgica, que se define como el potencial anticolinérgico acumulado que resulta de la polifarmacia, es un factor importante de riesgo de caídas y fracturas, delirio y deterioro cognitivo en poblaciones de edad avanzada.

Por tanto, los anticolinérgicos son unos medicamentos que se utilizan para tratar una amplia gama de afecciones médicas presentes en personas de edad avanzada, como el asma, la incontinencia urinaria, hipertensión, trastornos respiratorios, efectos secundarios de ciertos medicamentos y algunos síntomas del párkinson, entre otros.

¿Para qué enfermedades o patologías se utilizan?

Lo cierto es que los anticolinérgicos pueden tratar una gran variedad de afecciones, que incluyen, como hemos dicho anteriormente, incontinencia urinaria y vejiga hiperactiva (VG), trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC), asma, mareos y cinetosis y algunos trastornos gastrointestinales.

Los anticolinérgicos pueden tratar una gran variedad de afecciones. También se puede utilizar para el envenenamiento causado por toxinas que pueden encontrar en algunos insecticidas y hongos venenosos y, por supuesto, para algunos síntomas de la enfermedad de Parkinson, como el movimiento muscular involuntario anormal.

Además, entre sus efectos está el de mantener los latidos del corazón normales, relajar a la persona y disminuir las secreciones de saliva, por lo que también se utilizan antes de la cirugía para ayudar a mantener las funciones corporales mientras se trata a un paciente con anestesia.


¿Cómo actúan los anticolinérgicos?

Los anticolinérgicos inhiben los impulsos nerviosos parasimpáticos. Los anticolinérgicos actúan bloqueando la acción de un mensajero químico llamado acetilcolina, que es la responsable de transferir señales que afectan la comunicación entre los nervios y ciertos tipos de músculos y órganos en varias partes del cuerpo. De esta forma, impiden que este mensajero químico se una a sus receptores en las células nerviosas.

Por tanto, inhiben acciones llamadas impulsos nerviosos parasimpáticos. Precisamente, estos impulsos nerviosos son los responsables de los movimientos musculares involuntarios en el tracto gastrointestinal, pulmones, tracto urinario y en otras partes del cuerpo.

Estos impulsos nerviosos ayudan a controlar funciones como la salivación, digestión, micción y secreción de moco. Por eso, el bloqueo de señales de acetilcolina puede disminuir el movimiento muscular involuntario, la digestión y la secreción de moco.





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